El regreso.

 

Después de una angustiante ausencia, la crisis de la idea y la momentánea pérdida de la esperanza, N. regresa al no-blog. El catastroformismo regresa con un aforismo de Igui.

 

Lo que importa es que el hombre se divida. Aparentemente, es instrascendente el cómo, el para qué y el por qué.

11 comentarios:

Jonathan Camargo dijo...

Según Descartes, una de las pocas características instrínsicas del sujeto era su indivisibilidad. Que el sujeto fuera siempre idéntico a sí mismo era necesario para vencer al escépticismo sobre la misma existencia.

Ahora parece que lo intrínseco es la división; en efecto, el cómo y el por qué así parecen intracendentes.

Maik Civeira dijo...

Bienvenida, N. Se extrañaban tus palabras y pensamientos.

Unknown dijo...

Y yo con la angustia de no leerte. Qué bien que estás de vuelta.

Dr. Dulcamara dijo...

Bienvenida de vuelta N. ya se te extrañaba.

Saludos.

Talamentes dijo...

Qué agradable sorpresa el tenerte de vuelta!

Más debería importar que el hombre se integre...

Unknown dijo...

Jonathan Camargo (VIR):

N. e Igui se entristecen al pensar que lo que dices es cierto. A N. y a Igui le gustarían purgar todo idea de unidad pero, hasta ahora, les ha sido imposible.

Saludos. :)

Unknown dijo...

Ego (VIR):

N. agradece muchísimo tu comentario. N. extrañaba escribir aquí pero se encontraba en un estado de confusión y lo encontró imposible.

Saludos. :)

Unknown dijo...

Kentucky Freud Chicken (VIR):

N. agradece muchísimo el comentario. N. regresará gradualmente al ritmo de publicación anterior. :)

Saludos.

Unknown dijo...

Dr. Dulcamara (VIR):

N. también extraña leer su blog. N. espera que pronto consolidará el orden necesario para poder visitar los blogs que le agradan.

Saludos. :)

Unknown dijo...

Talamentes (VIR):

N. e Igui agradecen tu comentario y le agrada lo que dices. En efecto, a N. y a Igui les parece muy importante que el hombre se integra a nivel individual y social.

Saludos. :)

Unknown dijo...

Integridad. Ortega y Gasset criticaba la tendencia a la sobreespecialización. Los hombres tan sabios en una sola cosa muy focalizada, dividida, y tan ignorantes de todas las demás. Ahora que leí el aforismo me vino esa idea a la cabeza.
Leo siempre, respondo poco, pero me alegra sobremanera que una de mis pensadoras favoritas escriba de nuevo.